Principales peligros de las baterías de los vehículos eléctricos

La electrificación de flotas trae consigo nuevos desafíos en seguridad y mantenimiento. ¿Sabés qué riesgos implica el manejo de baterías de vehículos eléctricos? Descubrilo en esta nota.

Trabajar con vehículos siempre implica ciertos riesgos de seguridad, pero la incorporación de vehículos eléctricos añade un nivel de complejidad adicional. Los vehículos eléctricos presentan riesgos diferentes en comparación con los vehículos con motor de combustión interna. Estos mismos riesgos también aplican a los vehículos híbridos enchufables.

Al iniciar la electrificación de sus flotas, los administradores deben abordar una cuestión clave: ¿cómo garantizarán la seguridad de personal durante la carga, el mantenimiento y la reparación de vehículos eléctricos? Este es un tema cada vez más relevante para muchas flotas que están comenzando a adaptarse a los requisitos de cero emisiones.

Es fundamental que los administradores de flotas establezcan una política escrita que resalte la importancia de la seguridad eléctrica y que demuestre su compromiso con la creación de un entorno laboral seguro. Aquí repasamos algunas cuestiones esenciales a tener en consideración.

Antes de ponerse manos a la obra, es crucial que los administradores de flotas y el equipo técnico estén bien informados y capacitados sobre los riesgos asociados con el manejo de vehículos eléctricos, especialmente las baterías de iones de litio. Esto incluye conocer los procedimientos correctos para manipular las baterías, las precauciones de seguridad necesarias y cómo responder en caso de una emergencia relacionada con la batería. Aquí están algunos de los problemas potenciales:

  • Riesgos de Corriente Continua (CC): El contacto directo con baterías de iones de litio de alto voltaje puede ser extremadamente peligroso y puede provocar un paro cardíaco debido a la corriente continua.
  • Riesgos de Corriente Alterna (CA): La corriente alterna puede causar ritmos cardíacos irregulares, presentando otro riesgo significativo para la seguridad del personal que maneja estos vehículos.
  • Quemaduras y Arcos Eléctricos: Las baterías dañadas o mal manipuladas pueden causar quemaduras graves. Además, pueden producirse arcos eléctricos durante el mantenimiento o en caso de mal funcionamiento, lo que puede llevar a explosiones o lesiones graves.

Es probable que ocurran emergencias en algún momento, por lo que es crucial tener planes de contingencia y protocolos de seguridad bien establecidos. Esto garantizará a las personas a cargo que la seguridad sea siempre una prioridad.

Un factor distintivo de los vehículos eléctricos es que los incendios en sus baterías de litio son más difíciles de extinguir que los incendios en vehículos con motor de combustión interna. Los métodos tradicionales de extinción de incendios no son efectivos para apagar incendios en baterías de litio. Por lo tanto, es necesario tener protocolos específicos para poner en cuarentena las baterías y gestionar incendios.

Por otro lado, es importante saber que los incendios en las baterías de vehículos eléctricos pueden producir humo tóxico, lo cual representa un peligro significativo para la salud de los empleados. Habrá que garantizar una ventilación adecuada en el taller para proteger a los trabajadores de la inhalación de humo tóxico.

Un factor de suma importancia a considerar será el almacenamiento de las baterías, ya que su incorrecto guardado puede provocar incendios, fugas u otras situaciones peligrosas, incluyendo la contaminación. El almacenamiento adecuado, la limpieza y la eliminación de baterías son esenciales para prevenir estos riesgos. Esto incluye seguir las normativas de seguridad y utilizar equipos y procedimientos adecuados para el manejo y la eliminación de baterías de litio.

Establecer y seguir protocolos de seguridad específicos para el manejo de baterías de iones de litio es vital. Esto incluye capacitaciones regulares para el personal sobre cómo manejar emergencias relacionadas con baterías y cómo utilizar correctamente los equipos de seguridad.

En Argentina se deben tener en cuenta consideraciones especiales en cuanto al almacenamiento de baterías de vehículos eléctricos, especialmente aquellas que están dañadas. Aquí se detalla por qué:

  1. Las baterías de iones de litio pueden dañarse debido a impactos físicos, cargas inadecuadas o condiciones extremas de temperatura. Es fundamental asegurarse de que las baterías se manejen con cuidado y se carguen correctamente para evitar daños.
  2. Las baterías pueden dañarse si se exponen a temperaturas demasiado altas (superiores a 54 °C) o demasiado bajas (inferiores a 0 °C). Es importante controlar las condiciones de temperatura en las áreas de almacenamiento para prevenir daños a las baterías.
  3. Es crucial etiquetar adecuadamente las baterías dañadas y almacenarlas en áreas designadas. Esto ayuda a garantizar que las baterías se manejen correctamente y se mantengan en condiciones seguras. La separación de las baterías por distancia o mediante paredes resistentes al fuego es una medida adicional de seguridad para prevenir la propagación de incendios en caso de un incidente.
  4. Los incendios de baterías de vehículos eléctricos requieren un manejo especial debido a su naturaleza anaeróbica (no necesitan oxígeno para arder). En Argentina, al igual que en otros lugares, la clave para manejar estos incendios es la contención y la prevención de su propagación. Esto implica tener planes de emergencia y protocolos específicos para manejar incendios de baterías de litio, así como contar con el equipo adecuado para extinguir estos incendios.

Será de suma importancia que los administradores de flotas responsables de la gestión de vehículos eléctricos se ocupen de:

  1. Establecer una política escrita que enfatice la importancia de la seguridad eléctrica y describa el compromiso de garantizar un ambiente de trabajo seguro.
  2. Proporcionar capacitación continua a todos los empleados expuestos a peligros eléctricos, centrándose en el reconocimiento de peligros, prácticas laborales seguras y procedimientos de respuesta a emergencias.
  3. Realizar inspecciones periódicas de los equipos y sistemas eléctricos para identificar y corregir posibles riesgos.
  4. Establecer un protocolo para investigar y denunciar incidentes eléctricos y situaciones de riesgo, tendientes a desarrollar medidas correctivas y prevenir incidentes futuros.

A medida que las flotas se preparan para la electrificación, es un hecho que esto exigirá que reconfiguren sus instalaciones de mantenimiento y carga de vehículos. Los desafíos que pueden enfrentar los gerentes de flotas durante este proceso van desde la capacitación y la adaptación de la infraestructura disponible pero siempre serán necesarios para garantizar la seguridad de las personas.

Estamos para asesorarte.

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