La gestión de la movilidad empresarial es un aspecto fundamental en la operación diaria de cualquier empresa. Sin embargo, existe un área que frecuentemente pasa desapercibida pero que representa un riesgo significativo: la flota gris.
¿Qué es la flota gris? Son vehículos que no son propiedad de la empresa, sino de los empleados u personal externo, pero que se utilizan para actividades relacionadas con el trabajo. Aunque pueden parecer una solución conveniente y económica, en muchas empresas representan un punto ciego en la gestión de la movilidad y la seguridad laboral.
Si tenemos a cargo la administración de la flota vehicular propia de la compañía, sabemos que la normativa de uso de vehículos de empresa establece pautas claras para garantizar la seguridad de los conductores y el cumplimiento de pautas de uso y control de las unidades que la conforman. Pero, es importante tener en claro que esta normativa debe aplicarse tanto a los automóviles proporcionados por la empresa como también para aquellos colaboradores que hacen uso de su propio vehículo para desempeñar tareas de la compañía.
La empresa deberá asegurarse de que estas unidades sean aptas para la tarea y que estén completa y correctamente asegurados, revisados y reparados.
En España por ejemplo, se estima que la flota gris comprende alrededor de 7 millones de vehículos, lo que significa que aproximadamente 8 de cada 10 vehículos en circulación pertenecen a esta categoría. Bajo la normativa europea de prevención de riesgos laborales, estos vehículos son considerados equipos de trabajo y, por lo tanto, deben ser controlados y mantenidos adecuadamente.
Una de las principales preocupaciones generales en este tipo de flota radica en la seguridad de estos vehículos. Muchos de ellos no cumplen con los estándares recomendados, lo que aumenta el riesgo de accidentes en carretera. Pero la seguridad no es la única preocupación. El uso intensivo de estos vehículos para desplazamientos de trabajo también puede tener un impacto en la productividad de los colaboradores, así como en su motivación y reconocimiento, y su bienestar físico y mental.
Ante esta situación, es fundamental que las empresas revisen sus políticas de movilidad y adopten medidas para garantizar la eficiencia de su flota. Esto incluye tanto la propia como la denominada gris.
¿Cómo hacerlo? Aquí te brindamos algunas sugerencias iniciales:
- • Conocer la existencia de normativas legales del país, si las hubiera. Sobre todo, en materia laboral.
- • Armar la propia política de la empresa para la gestión y control de estos vehículos, que contenga puntos como la verificación de documentación de la unidad (patente, seguro, licencias), su kilometraje y estado general, mantenimiento, reintegro de combustible, multas e infracciones, etc.
- • Brindar capacitación continua a los conductores, destinada a la mejora de la seguridad vial y el control de dichos vehículos, ya que esto sin dudas minimizará riesgos.
- • Explorar alternativas de reemplazo para aquellos colaboradores que prestan su vehículo para tareas de la empresa, tales como renting o alquiler flex, ya que, en estos casos, el control suele estar mejor garantizado, pues la entidad propietaria de los vehículos obliga al control periódico de los automóviles.
En AutoCorp, estamos comprometidos a ayudar a las empresas a optimizar su movilidad empresarial y a proteger la seguridad de sus empleados en la carretera. Contáctenos para obtener más información sobre cómo podemos ayudarlo a gestionar su flota de manera efectiva y segura.